Desarrolle la Capacidad de Atención de su Hijo con Música
Parte 3.
Frustración y Atiborramiento (Preparación Intensiva)
A la atención no le gustan los proyectos ineficientes. Con cada fracaso, la energía de la atención disminuye hasta que queda completamente agotada. El agotamiento de la atención lleva a la frustración.
Atiborrar es una intervención agresiva en el desarrollo orgánico de la energía de la atención para lograr resultados a corto tiempo dictados por convenciones externas.
Forzar a un alumno a copiar logros de alguien mas sin comprenderlos, uniformando su propio progreso, es tan perjudicial como forzar florecer.
Atiborrar impide el desarrollo de las funciones cognitivas musicales naturales del alumno así como lo debilita físicamente (músculos tensos) y emocionalmente (dependencia, falta de confianza en sus habilidades, apatía, poca disposición a mejorar, baja autoestima, falta de motivación).
Para evitar atiborrar, el profesor debe respetar las imperfecciones del alumno. Es necesario entender que el alumno no tiene que caber en un molde. Es el deber del profesor desarrollar sus talentos únicos de la mejor manera comenzando desde cero.
La realidad es tal que por un tiempo el alumno no tocará con manos perfectas, no posicionará los dedos como se debe y no será capaz de controlar directamente la calidad de tacto sobre las teclas del piano. Todas estas habilidades, como muchas otras son objetivamente superestructurales y solamente serán relevantes cuando la energía de la atención se libere de resolver problemas físicos.